viernes, 1 de diciembre de 2017

Sur.

De las telarañas que limpié en mi desgana, saqué el valor para emprender un viaje hacia el origen de las ideas enterradas.
Destinos aleatorios para una identidad aleatoria, coleccionando fotos, haciendo memoria, recolectando historias, "huyendo de la paranoia"...
buscando en otras paredes restos de los días que gasté en mis redes.
Descubriendo y conociendo seres,
siendo rehenes de la música y de la noche,
intentando salir de su burbuja
escapando del horario y sus abismos,
acompañados por una sustancia que les empuja
a no alimentarse del reproche,
a no dejar de ser ellos mismos.
Y no paro de pensar
que donde piso tú pisaste,
que entre tus avances
yo encontré mi desastre;
Que aquí hay partes de ti -y de ella-,
y que aún así no te encuentro
ni apartando el mechero y la botella;
que entre todas las cosas que quiero decir estás tú,
que no consigo olvidarte ni viniendo al sur.
Me toca asumir que son dos los puñales que provocan mis calvarios,
y que ambos son mi cruz,
y que ambos son contrarios.

Hacia dónde girar sin disponer de un volante,
hacia dónde van las ruedas si no hay nada delante...
No sé lo que quiero pero sí que sé lo que no,
y aparte de darte versos también deseo hacerte canción.

-Ya planté una semilla, ahora a esperar que se haga flor.-