jueves, 4 de enero de 2018

Gris aparente

De tanto arrastrar una maleta
acabé por desechar mi ropa,
cerca de la orilla,
por si acaso,
y lejos de mí misma
para olvidar los tratos.
En otro cofre se guardó la luna
y cambió el destinatario;
pintó la intención de ayuda,
buscó una excusa,
y se lavó las manos.
Un gris aparente
que se difuminó con su mentira,
una buena causa
que no resultó ser su huida.
Y yo me he quedado sin buzo
y sin mi druida;
no quiero que sepan a quién busco,
pues sigue sin ser la vida.
De estos versos renace mi desidia,
bastante valor eché en las vías.
Esta vez no me quedo en tierra,
ni te acompaño al tren,
ya me cansé de guerras
y de preguntarme
si te voy a volver a ver.