lunes, 22 de mayo de 2017

Incertidumbre

Algo me dice que no;
que nada es nunca como antes,
que no existe el valor,
que lo que no se mantiene,
lo que se queda distante,
no se detiene, pasa veloz.

Algo me dice que puede;
que sentarse a mirar
no siempre es mala opción.
Que, total, de este agua nadie bebe,
que en este manantial,
no existe salvación.

Algo me dice que sí;
que todo es parte de una etapa,
que lo malo nace del temor.
Que si algo aprendí,
fue que viento no mueve montaña,
y que puede haber un principio mejor.

Algo me dice que sí,
pero creo que es el corazón.

domingo, 21 de mayo de 2017

Navegamos

Ya muy lejos de terminar el viaje
de lo que siempre han sido mis desastres,
me quedo indiferente ante el paisaje.
Continúo buceando hacia ninguna parte,
y solo salgo a la superficie a respirar,
y de paso miro si estoy en el mar
o en un charco;
para saber si me estoy ahogando
por no poner un pie en el suelo,
o si estoy flotando
en medio del océano.

Que estaba entre nubes es evidente,
sin saber si bajaba o subía,
que sigo con sed
aunque renuncié a beber,
que sigo fría
pero no en la mente,
que quiero ver
y me quedo mirando,
que, harta de tropezarme constantemente,
solo quiero servir de algo.

Encuentran su alivio después de la lección
que al chocar les otorgaron las musas,
y siguen navegando hacia la perdición;
el naufragio no es tan malo si lo buscas.
Que parece que al hablar suenen cantos de sirena,
y una vez que arrancan dentro ya nadie les frena,
o me esquivan,
hasta que la prisión de mi roca les cautiva
y solo ven un espejismo,
donde se cultiva
el principio de un abismo.

Que no estás es evidente,
igual que si vuelves seguiré perdida,
que mejor no veas la desgana
de esa herida que no sana.
A pesar de que a la vida,
le ponga cara de valiente
no sé coger las bridas,
no sé entender los mapas,
solo ando hacia la playa,
a ver si en las orillas
te encuentro a ti de frente...

Y pierdo en esperanza.

martes, 16 de mayo de 2017

Hambruna

Desconozco el origen de mis palabras,
vagan desoladas, emergen como plantas,
van atadas al tiempo con las cuerdas que un día hallé de los restos de mis vientos...
Ya la duda no ofende, solo es una parte del trato,
el destello no murió, se quedó en lo alto.
Retumban en mis sueños escenas falsas,
nuevas falacias,
ilusiones creadas muy fuera de la magia,
trampas de mi mente inventándose un mal rato,
reproduciendo frases que no conocen tacto.
Asustada, me vi encerrada entre las cuatro paredes de mi subconsciente,
apedreada por mis miedos,
ocho patas mostraban lo evidente.
Cambio ideas en busca de consuelos,
escapo de ese campo de dunas
donde el gris se hace intermitente,
y ya da igual a quien acudas,
nadie te parece suficiente.
Y dentro no hay celos,
no hay curas,
solo un absurdo velo,
una ociosa ayuda...
y demasiada gente
alrededor de mi hambruna.

jueves, 4 de mayo de 2017

Esperar y volver

Tengo un cuento escrito que no puedo leer,
una maleta abierta desde hace meses,
un poema que aún no puedo entender,
y una senda que conozco de otras veces.

Esperanzada en encontrar en el mañana un ayer,
esperando de nuevo a que esa piedra se cruce,
y deje en el camino todo aquello que trasluce
a través de ese cristal que no supe romper.

El alma se bifurca en esperar y volver,
no hay trampa en esto, pues no lo elegí,
el tiempo libera sin dejar de doler,
las cadenas siguen puestas, nunca vencí.