domingo, 23 de octubre de 2016

Diástole

No se rompe, lo hieren,
no se para, muere,
no se apaga, no puede,
No descansa, se hiela,
bajo cero, sin que duela.
No acelera, tiembla,
ni anda, ni corre, ni vuela,
aunque sí que patina.
nunca ve en qué se convierte.
Late por la suerte... 
y aún más por la ruina.

martes, 18 de octubre de 2016

Nidos de búhos.

Extraño los vuelos entre los árboles del parque, aquellos aleteos de conciencia que entraban por mi mente cuando aun era un boceto, antes del color y antes de la herida... Antes de que todo, por cacerías, se echara a perder. Los extraño, en plural, en conjunto, el grupo, los grupos, todos juntos. Daría todo lo que sé por aprenderlo de nuevo, y aprenderlo de ellos...

Por los nidos donde habitaban búhos,
por los cielos estrellados dónde se perdía el humo.
Por los bancos de madera, las escapadas,
por las cabezas de piedra, los orgullos,
por las risas y por las malas,
por los tres llantos, y las mil carcajadas,
por los míos, los nuestros y los suyos,
por las caladas robadas en aduanas,
coleccionando historias de aventuras pasadas,
recolectando letras entre melodías acompasadas,
hablando de hadas, duendes y brujos,
pinceladas aguadas de lo que fue mi pintura soñada.

Os echo de menos, a pesar de los rollos,
cambiamos la piel del cordero por la del lobo,
escondiéndonos de un mundo que nos volvía cuerdos.
Porque lo fuimos todo entre litros y cogollos,
porque sabíamos huir y era como volar en globo,
por todas las movidas y por los futuros reencuentros,

Quiero veros, siempre quiero veros.

Todo hecho.

No salí ni de la tierra ni del agua,
no escribí sobre ríos de sangre,
ni sonreí ante el sonido de la ola al chocar.
Los barcos se hunden cuando colisionan con mi pecho,
y no consiguen reflotar,
todo muerto, todo hecho.
Nada que salvar.

Pretéritos perfectos que ahora se forjan en la fragua,
silencios enfrascados en suspiros constantes,
palabras malsonantes antes del desastre,
todo demostrable, hasta todo lo contrario,
por siempre presos de un momento que guardaste en otros labios...

miércoles, 5 de octubre de 2016

Sin placebos.

Reviviré donde mil veces caí,
moriré sin que me maten, ni me aten
lo juro por mí.
Cien espadas a la espalda
no duelen tanto si fui yo quien las di,
no me frustres, no me exijas,
empiezo a levantar el vuelo
no me elijas.

Te abriré mi puerta si la tocas,
bailarán las notas sin placebos,
sin miedos, sin duelos...
Deja en una orilla tus botas, no me provoques,
si quieres ir a Roma no me toques,
no compartas siempre el mismo compás,
no me hagas mirar hacia atrás.
Si tengo que ser presa elegiré yo mis barrotes,
si tengo que ser libre tendré que echarle un par.

El mar vuelve a llamar, es otro cuerpo quien lo ansía,
los cantos de sirena son silencios de otra tía,
no olvida sus naufragios y recuerda sus locuras,
no mira mi reflejo por si se encuentra con la cura.
Déjame en la noche hasta que se muera el día,
que si me ves abajo hundida, ya me sacará la luna.

Paso de llantos baratos, de llorar a ratos,
de vinos caros,
de tirar por la borda estragos pasados,
de risas fingidas,
de rombos, corazones y picas,
de formular preguntas con palabras partidas.

-No busco orden, no me lían,
solo busco miel y en mis alas armonía.


lunes, 3 de octubre de 2016

Conejo Blanco

Y los gritos de los grillos se hicieron eco en el infinito,
y ya no escribo,
nadan ideas en mi mente dando voces a contracorriente,
y ya no pinto...
Caos en las horas, intriga en los días,
yendo al norte perdí la brújula,
y dando vueltas encontré dos rutas
viendo colores en los ojos de otra gente.
Soltando por el camino todas mis manías
encontré por suerte al conejo blanco, y me dijo que ya no era yo,
y sin pensarlo tanto, me regaló un reloj:
''¡Comienza la cuenta atrás, por allí anda Libertad!'', exclamó,
dio un salto y se esfumó.
Los minutos no paran de correr desde aquello,
no he vuelto a ser la misma, ni quiero serlo,
rozo el cielo con los dedos cada vez que subo a la montaña,
siento el ruido de un muro que me habla,
vuelvo a perderme en espirales,
de nuevo se abre mi castillo.
Apenas siento ya los males,
solo me hizo falta un respiro.