miércoles, 22 de marzo de 2023

Tréboles

La suerte tiene dos caras.

En la cara A se encuentra la locura, 
la pasión, las ganas, la fuerza, la paciencia...
la casualidad, 
un primer beso, 
un examen aprobado,
los te echo de menos,
una moneda en el suelo,
las risas sinceras,
los abrazos, las caricias,
un restaurante barato con tu comida favorita,
el subirse a un tren un minuto antes de que cierren las puertas,
un regalo y cero deudas...

En la cara B no hace falta que te explique que va todo lo demás, 
que va la distancia, la espera, la incertidumbre, la desolación, 
el desamparo, las despedidas, 
los te quiero que nos callamos, 
los agujeros en los vasos,
la cuenta del banco,
las bombas, el hambre, la desidia,
las pocas horas que nos quedan,
los besos que no nos damos,
el tráfico antes de ir a trabajar,
la muerte accidental de un animal...

No soy fan de la holística,
ni creo en muchos misticismos,
pero lo que tengo por seguro 
es que la suerte existe, 
y la representa un trébol,
un trébol que me encontré
cuando parecía que el suelo estaba yermo, 
una casualidad inminente,
una cara A que nunca creí que encontraría,
un nuevo comienzo después de haber sentido que me arrancaban la vida.

Una suerte que no solo es la mía.

lunes, 13 de marzo de 2023

Solsticio

Se me conoce por romper todo lo que toco,
pero no saben todo lo que intento reparar,
constantemente.
Dicen que me enfado fácilmente,
y no saben lo que me cuesta 
ponerme a llorar.
Hay costumbres que no soporto
y aún así, 
todos mis días son igual.
Últimamente solo hablo de esperar
pero es que en el presente
sólo me queda trabajar y trabajar.

Necesito que llegue otro solsticio
pues siento que mi vida se pausó.
Frustra el no tocar lo que se siente,
angustia no poder sentir lo que hay en frente,
os hablo de que este año mi suerte se volcó.

lunes, 6 de marzo de 2023

Fecha de vencimiento

El sabor seco cada mañana.
Dos pequeñas zarpas que me aplastan.
La coralina que me atrapa.
El resumen de lo onírico.
Un ronroneo insistente.
Cero ganas de levantarme,
de levantar lo que sea.
El salón vacío, lleno de cosas.
Una cocina pequeña,
esperando limpieza.
Un buenos días y ningún beso.
El corazón lleno, vacío de cosas.
La basura por sacar, 
y el suelo por barrer.
Un envío que recoger
-ojalá en el aeropuerto-...
En mi cama somos tres,
y me falta un supuesto.
Hay un hueco para que lo llene,
y en cuanto lo coja, no lo suelto.

¿Qué voy a comer?
Lo que esté a punto de caducar.

¿Cuándo caduca la espera?
Parece que no caduca jamás.