miércoles, 10 de octubre de 2018

La selva

Estoy en una selva
en la que no encuentro mi cueva,
aguantando el temporal,
esperando a que no llueva.
Lejos de los brazos
en los que hallo paz auténtica,
asumiendo que no estás,
y ansiando a la vez mi vuelta.
Sueño despierta que esto no haga falta,
que no tenga que implorar
para poder llenar mi panza,
que no tenga que sangrar
para poder andar descalza.
Y si no corren no me alcanzan,
pero me pesa la fatiga,
la pena y la desgana,
por tener que planear mi ida,
por querer verte al final del día
y no poder porque no hay casa.

jueves, 23 de agosto de 2018

Rutina en la Torre

A veces me tambaleo sin que me quiten piezas,
a veces creo sin ver las pruebas,
parece que no quede nada dentro,
de veras,
y nunca quiero hablarme del tema.
Hay días que hasta respirar es trabajo,
hay mañanas que no encuentro atajos,
las horas sola queman el doble,
la espiral es de fuego
y no hay quien la dome.
En momentos así no creo en luchas,
solo le lloro a la gata
e intento llenar alguna hucha.
El lugar no me ata,
ni el amor,
ni el curro,
ni la casa,
ata la torre erigida
con ladrillos y farsas,
las almenas tocan las nubes,
ver borroso allá arriba provoca la ira,
y a ver quién se baja,
a ver quien se baja y la tira,
a ver quién se baja y lo asume,
a ver quién se baja y construye...

Todo el miedo a romperse es el vértigo.
Toda idea formada es la altura.
Caer no es más que un verbo.
Dormir no provoca la duda.

martes, 26 de junio de 2018

La brecha

Tengo tantas llamas
que sólo quiero ver arder
aquello que por ignorancia aclaman
los que aún viven en Ayer.
Cambian el color de su venda
por un blanco oscuro
y quieren que el resto se desprenda
sin comprender su propio bulo.
Estoy cansada de las jaulas,
estoy luchando por señalarlas,
y el peor de los obstáculos
es que el prisionero crea
que estas son naturales, necesarias.
Luego están los que te enseñan los barrotes,
y te hablan del motivo oculto
como si no se entendiera ya
que todo es parte de su truco.
No decís nada nuevo,
pero es que nada nuevo pasa.
Juzgáis al enemigo
y al ejército que lo espanta.
Ellas son la única salida,
un resquicio de esperanza.
Ad hominem en cada carta,
-y por bandera-,
toda una historia que descartan,
por creer que vivimos en otra era.
El progre se vuelve reaccionario,
paranoico,
contestatario,
pierde lo pragmático;
se balancea en su burbuja
de información innecesaria
que no sabe ni ordenar,
que solo se transforma en rabia,
en rabia mal enfocada, absurda.
Abren su mente por la parte de atrás,
ponen cerrojos a todo lo demás.
Tienen miedo de asumir
toda la verdad,
solo quieren presumir
de entender la realidad.

-Y de nuevo,
se abrió la brecha
y en mi lado no había nadie.
Ya no sé en qué fecha
comenzó a crecer esta barbarie...

viernes, 6 de abril de 2018

La Batalla

Me armo desde la trinchera
y evito seguir con la espera
de una guerra que nunca llega;
no existe un bando que no tema
y que despoje del terror
a un soldado que no se quema.
Vestimos las dudas de pavor
para no encontrarnos con el error,
para que no inunde nuestra tierra.
Y se desespera el corazón
en la batalla a la que no se enfrenta;
tiene de comandante a la cabeza
e ignora nuevas gestas.
Vive en constante alerta,
asume ser el enemigo,
cierra la puerta abierta,
sabe que ninguno merece ese castigo.

miércoles, 14 de marzo de 2018

El hilo

Cada vez más cerca,
y cada vez más lejos.

No tengo un destino claro,
ni metas, ni trofeos.
No habla por mí el amparo,
ni señalo con los dedos.
Quiero moverme,
quiero volver a creer;
que el juicio sea por instinto
siempre,
y acabar estirando el hilo,
que nos hace contraer.

Cada vez más cerca,
más a mano lo que buscaba,
pero ya no está esa fiera
por la que al vacío
-sin pensar- me lanzaba.

Y cada vez más lejos,
se unen los caminos
y se separan las metas.
Una es llegar a viejos
y cruzar destinos;
la otra es dejar la puerta abierta.

jueves, 4 de enero de 2018

Gris aparente

De tanto arrastrar una maleta
acabé por desechar mi ropa,
cerca de la orilla,
por si acaso,
y lejos de mí misma
para olvidar los tratos.
En otro cofre se guardó la luna
y cambió el destinatario;
pintó la intención de ayuda,
buscó una excusa,
y se lavó las manos.
Un gris aparente
que se difuminó con su mentira,
una buena causa
que no resultó ser su huida.
Y yo me he quedado sin buzo
y sin mi druida;
no quiero que sepan a quién busco,
pues sigue sin ser la vida.
De estos versos renace mi desidia,
bastante valor eché en las vías.
Esta vez no me quedo en tierra,
ni te acompaño al tren,
ya me cansé de guerras
y de preguntarme
si te voy a volver a ver.