sábado, 10 de diciembre de 2022

Sinestesia

Volvería al cantar de los borrachos,
al tecleo de unas fichas de dominó,
a los felinos con maullido de barítono,
incluso al fosforito sonido de la moto de un castrato.

Volvería al despertar de las mil alarmas,
al bodegón de un cenicero lleno,
al color azul de las canciones,
y al mosaico de monedas que decoraban aquella casa.

Volvería al olor a gato encerrado,
al de la pizza recién hecha,
al de los graffiti de un cascarrabias,
hasta a aquel asqueroso humo repleto de sustancias amarillas.

Volvería a ser la de antes,
la de antes del desastre,
volvería si no me hubieran extirpado las entrañas
para regalarlas,
si los límites importaran.
Si la escena que ha dejado
no pareciera un Pollock arrugado.
Si el valor y la decencia no hubiese quedado a la altura de la cama...

Volvería 
pero ya no soy yo 
del color que recordaba.

jueves, 1 de diciembre de 2022

Oráculo

Qué haré cuando llegue el día...
Qué haré cuando aquellos que me cuidaron ya no estén,
cuando por más que lo intente no sepa encontrar mi bien.
Dónde estaré cuando no pueda levantarme,
quién oirá mi risa al imaginarme otro desastre.
Cómo me destruiré cuando vea sus ojos buscando los de otra.
Qué tendré que hacer para no destrozar mi vida a través de una copa.

Qué haré cuando llegue el día,
en el que la ansiedad al fin se coma mi alegría.

martes, 15 de noviembre de 2022

Fábula

Danza airado el zorro
en el bosque con maleza.
Da torpes pasos
pero nunca se tropieza.

Olfatea un futuro
que nunca llega,
y se ahoga en el río
sin mojarse apenas.

Pasito a pasito camina el erizo,
aunque aún no sale de su cueva.
Esquiva al zorro si le dejan,
parece que le esté poniendo a prueba.

Ambos con distintas naturalezas
y distintas perspectivas,
viviendo en el mismo bosque,
sufriendo la misma sequía.

Cuánto llora el zorro por no tener clavadas sus espinas.

Cuánto ríe el erizo cuando no mira a sus heridas.

Quiere el zorro saber lo que sabe el erizo,
y quiere el erizo sentir como siente el zorro.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

El séptimo círculo

El luto y la nostalgia son hermanos gemelos,
te engañan diciéndote que todo sigue como siempre,
que las sábanas siguen sin cambiarse,
que en el rincón siguen habiendo bolas de pelo acumuladas,
y la basura está en la puerta,
esperando a que la saquen.

El tiempo es un cuchillo afilado,
y el ángulo cambia la puñalada.
De pequeñita era en el pecho,
de mayor, ya te da igual si se clava.

Todavía no hay ciencia que explique,
cómo en los mismos metros cuadrados,
puede crecer tanto la distancia;
Cómo la desidia va ensanchando 
la sala, la habitación, la cama...
Cómo un trauma se traspasa,
cómo las mil leguas ya no están atadas.
Cómo...

El desengaño ahora es la fatiga
de haber puesto todo en marcha,
un carro que arrastraba
con las ruedas astilladas.

La puerta ya está muy lejos
de todo el camino que anduvimos.
Cerrada o abierta parece que no importa,
pues ninguno conoce su destino.

Y la espada que tenía hundida,
ahora me mantiene en equilibrio,
no tengo brújula, 
ni guía...
Y esta forma de seguir viviendo es el eco de un suicidio.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Declive

 Estamos en punto de no retorno

de camino hacia la nada más absoluta

un cuerpo celeste que ronda por el espacio,

insignificante,

pero con millones de trocitos de un algo,

que ya es bastante.


Si acercas la vista, verás desgaste,

si miras dentro de ello, verás desidia,

si dejas de mirar, no desaparece,

si empieza a importarte, reclamarás justicia.


Hay cuatro jinetes que cabalgan sobre nosotras:

El Dinero, el Egoísmo, la Ignorancia y el Trabajo.

Todos hermanos de la misma madre,

todos presentes en cualquier parte,

todos los que morirán cuando esto acabe.


Siento ser yo la que te diga, que nadie va a salvarse.