viernes, 6 de abril de 2018

La Batalla

Me armo desde la trinchera
y evito seguir con la espera
de una guerra que nunca llega;
no existe un bando que no tema
y que despoje del terror
a un soldado que no se quema.
Vestimos las dudas de pavor
para no encontrarnos con el error,
para que no inunde nuestra tierra.
Y se desespera el corazón
en la batalla a la que no se enfrenta;
tiene de comandante a la cabeza
e ignora nuevas gestas.
Vive en constante alerta,
asume ser el enemigo,
cierra la puerta abierta,
sabe que ninguno merece ese castigo.